lunes, 14 de marzo de 2011

Recomendaciones

Por Pablo Vázquez

Seis sombreros para pensar
de Edward de Bono

El método que propone de Bono es el de utilizar sombreros de colores para representar distintas actitudes del pensamiento. La elección de un sombrero para representar un tipo de pensamiento es simbólica, ya que se trata de un objeto que se puede usar como parte de un uniforme, y por tanto define un rol, y además consiste en una parte de la indumentaria, localizada en la cabeza, que puede quitarse, ponerse o cambiarse. 

La forma de pensar que propone de Bono se compone de dos etapas. En la primera se traza un plano, se diseña un mapa a todo color, con todas las ideas, problemas, alternativas, soluciones, propuestas, sentimientos, datos, etc. En la segunda parte se determina la ruta que se habrá de seguir, qué ideas se eligen y cuáles se descartan.  El libro se centra en esa primera etapa, en el diseño del mapa, ya que según de Bono si la elaboración del mapa se lleva a cabo con eficacia la ruta suele ser obvia, lo que facilita enormemente el proceso de determinación de selecciones.

El color de cada sombrero está relacionado con su función:

El sombrero blanco corresponde al pensamiento objetivo y se encarga de recopilar datos y cifras, sin ofrecer ningún tipo de valoración ni interpretación, tal y como lo haría un ordenador.

El sombrero rojo se encarga del punto de vista emocional: los sentimientos, las intuiciones o las emociones cobran importancia por sí mismas, sin necesidad de ser justificadas. Este sombrero no necesita seguir las reglas de la lógica, a diferencia de los sombreros negro y amarillo.

El sombrero negro tiene como función organizar el pensamiento lógico negativo, señalando todo lo que está mal, incorrecto, erróneo, o que puede resultar problemático o peligroso.

 El sombrero amarillo, en cambio, simboliza la lógica positiva, englobando el optimismo y la esperanza. El pensamiento amarillo debe evaluar positivamente todas las situaciones y afrontarlas desde un punto de vista constructivo y generativo. Muchas veces se confunde con el sombrero verde, que es el motor del pensamiento creativo. De Bono describe el sombrero verde de la siguiente forma: la búsqueda de alternativas es un aspecto fundamental del pensamiento de sombrero verde. Hace falta ir más allá de lo conocido, lo obvio y lo satisfactorio.

El sombrero verde pensamiento lateral─ utiliza la provocación para salir de los esquemas habituales de pensamiento. Por último, es necesario el sombrero azul para organizar y controlar el proceso del pensamiento.

El sombrero azul es pensar acerca del pensamiento necesario para indagar el tema. Este sombrero se encarga de las síntesis, la visión global y las conclusiones.

De Bono dice que al principio resultará utilizar este método, pero que una vez se naturalice saldrá de forma espontánea y el pensador se habrá habituado por completo a este proceso. 

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