Por Pablo Vázquez
Una interesante película que te mantendrá al filo de la butaca, lleno de emoción, intriga y frustración, este filme argentino-español de Marcelo Piñeyro muestra el proceso de selección para un puesto de trabajo entre siete candidatos de diferentes edades, experiencias e ideologías donde debatirán el porqué de cada uno es el indicado para ocupar el puesto, cabe mencionar que varios caerán en contradicciones y por ende en la desesperación por mantener sus argumentos.
La película transcurre en una sala donde la empresa, donde nunca da la cara nadie de la empresa, todos son dirigidos a la sala, donde son puestos a prueba mediante casos de conflictos en los que llegaría la empresa en determinado momento, cada postulante sacará su verdadero “ser” con tal de obtener el puesto.
Una tras otro, y mediante una sucesión de pruebas, van abandonando la sala. Sólo puede quedar uno. La película crea un tenso clima de competitividad, traiciones y agresividad. Así, un grupo de personas que al principio de la prueba parecían seguras de sus cualidades para el puesto y de su capacidad de liderazgo van cayendo víctimas de sus miedos y su inseguridad.
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